martes, 12 de mayo de 2009

Violento desalojo en la calle Hipólito Yrigoyen

Violento desalojo en la calle Hipólito Yrigoyen


Hace unos años, más de 50 familias han ocupado un frigorífico abandonado al lado de nuestra sede de Hipólito Yrigoyen, y con los pocos recursos materiales con los que cuentan lo han convertido en un lugar para vivir. El jueves 7 de mayo se efectuó allí un gran operativo anti-droga de Gendarmería Nacional, con un despliegue de 170 efectivos. La amenaza de desalojo que habían dejado se concretó la mañana del Lunes 11 a través de una brutal represión.

No está dentro de nuestras posibilidades confirmar lo real o no de las denuncias hechas sobre la “venta minorista de drogas” en el lugar. Pero aún si pudiera confirmarse, sostenemos que de ninguna manera tales denuncias pueden justificar el expulsar a palazos de sus hogares a cientos de personas, dejándolas en la calle y robándoles varias de sus pertenencias.


Una vez más, la política de los gobiernos ante la falta de viviendas y el colapso habitacional que sufre la ciudad, se basa en reprimir y violar los derechos de los más humildes, primero marginándolos del sistema productivo, luego desalojándolos de donde viven. Y si faltos de otra opción, se refugian en las plazas, corren el riesgo de que la Unidad de Control de los espacios públicos (UCEP), entidad para-policial respaldada por Macri, los expulse por las noches a los golpes y destruya sus pertenencias.

En la misma lógica se inscriben las “soluciones” a la problemática de la inseguridad que promueven los medios de comunicación y ejecutan los diferentes gobiernos, que tienen como consecuencia cientos de muertes por gatillo fácil y el acoso policial a los jóvenes pobres. Parece que para ciertos sectores de poder, esto es más conveniente que visibilizar y atacar las causas más profundas del fenómeno, vinculadas a la marginación y pauperización crecientes, y al gran crimen diseñado desde despachos de comisarios y altos funcionarios políticos.

Creemos necesario pensar las causas que han generado que estas familias como muchas otras, se encuentren hacinadas en viviendas de cartón, y cuestionar los discursos que exigen excluirlos en nombre de la seguridad de “los vecinos”. Marginar más a los marginados, alejarlos de la vista, además de inhumano, es una forma autodestructiva y poco realista de lidiar con el problema, ya que creemos que no hay solución posible sin políticas que garanticen educación, vivenda, trabajo y salud para todos.



Abriendo los ojos

Pensamos que estas injusticias no sólo son producto de las decisiones de los poderosos, sino también de los prejuicios y la indiferencia que reinan en gran parte de la sociedad, por lo cual nos parece importante combatir esto en nosotros mismos e impulsar el debate con nuestros compañeros, para no reforzar esta situación, sino, inversamente, aportar a revertirla.

En cuanto a nuestra facultad, la desinformación y la nula preocupación por parte de las autoridades ante el desalojo violento de cientos de personas nos parece una reacción propia de una institución que no se involucra siquiera en las problemáticas sociales que están a metros de su puerta.


No queremos una facultad-isla que se desvincule de lo que ocurre en la calle todos los días, no queremos una facultad que nos forme sólo para trabajar entre cuatro paredes. Queremos tener los ojos bien abiertos como futuros profesionales y como sujetos para construir una sociedad que no estigmatice y que no segregue. Apostamos a que las problemáticas de la calle entren a nuestra facultad, atravesando los libros y las aulas. Queremos ver nuestra realidad, conocerla y hacerla propia, sólo así podremos transformarla…

Palabras Necias
La Mella en psico

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