(¿se acabará el juego que hace feliz a Sara?)
Ruinas sobre ruinas. En eso parecen querer convertir a nuestra Facultad tanto Sara Slapak como Paolo Biglieri. No se trata de vagas acusaciones, ni de fantasmagóricas visiones de fin de año. Como se ha hecho costumbre, nuevamente buscan darle vacaciones obligadas al curso de verano. En las últimas reuniones del consejo directivo han sucedido hechos que no dejan de sorprender, desde que los consejeros por el claustro de profesores pidan cuarto intermedio para escaparse dejando sin quórum la asamblea, hasta escuchar a la Decana decir que se decida cualquier cosa, total plata no va a haber y que a ella no le interesa.“No hay plata”, dice entonces Sara, “la plata no la pidieron”, dicen desde el ministerio, y mientras tanto nosotros los estudiantes vemos como nuestra formación sufre otra baja, otra degradación.
Ante esta situación, organizándonos desde la Asamblea del Centro de Estudiantes, muchos hemos impulsado distintas medidas para intentar revertir esta grave situación. Desde comentarles a nuestros compañeros en los cursos y los pasillos, hasta ruidazos, cortes y marchas. Sin embargo, hemos sido pocos, y aunque hemos cantado y marchado, el curso de verano es un sueño acabándose.
Ante lo cual no se trata de pedir que los que no han asistido a las distintas actividades intenten ir, tampoco se trata de pedir un gesto solidario para con el reclamo. Se trata, en cambio, de compartir el sentimiento de que si, ante una situación como la que estamos viviendo, que nos afecta a todos, laburamos juntos, codo a codo para conseguir que se garanticen los cursos de verano, seguramente podamos revertir la situación.
No hay fórmulas acabadas que puedan resolver los distintos problemas que hay en la facu, sino que las mismas las tenemos que construir entre todos, desde el diálogo y el aprendizaje constante.
Por eso es que convocamos a:
Jueves 20/11: Radio abierta en la puerta de la sede Independencia
Viernes 21/11: Marcha al ministerio de Educación
Palabras Necias
La Mella en Psico
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